El pasado 11 de enero fallecía, a los 65 años de edad, David-Maria Sassoli, Presidente del Parlamento Europeo y una de las personalidades más influentes de la historia reciente de la Unión Europea.
Convencido demócrata, este periodista florentino, representaba, en palabras de sus compañeros italianos, y de la gran mayoría de eurodiputados, el espíritu de la nueva línea política, tanto interior como exterior, de la Unión Europea. Su repentino fallecimiento, a causa de una enfermedad crónica complicada por una neumonía, ha causado una gran conmoción en todos los países de la eurozona.
Esto ha obligado a realizar una modificación exprés en las agendas de eurodiputados, altos representantes de la Unión Europea, jefes de Estado, ministros y primeros ministros, que no solo han presentado sus condolencias de forma oficial, y a través de otros canales, sino que, también, se han desplazado hasta Roma (Italia) para despedir al ya ex Presidente del Parlamento Europeo en su funeral.
Aunque una gran parte de los viajes gubernamentales e institucionales se encuentran planificados a comienzos de año, a lo largo del mismo se suelen suceder cambios o situaciones imprevistas que motivan nuevos desplazamientos. Uno de estos supuestos es, precisamente, el de los funerales de Estado, o funerales de dirigentes institucionales, como ha sido el caso de David Sassoli.
A la Basílica de Santa María de los Ángeles y los Mártires de Roma, se han desplazado multitud de eurodiputados, así como la Presidenta de la Comisión Europea, el Presidente del Consejo Europeo, el Presidente de Italia, el Primer Ministro de Italia, el Primer Ministro de Francia o el Presidente del Gobierno de España, entre muchos otros.
Como es común, y hemos comentado anteriormente, este tipo de actos suelen adquirir un marcado carácter solemne, cargados de protocolo. Incluso, antes del funeral, se instaló una capilla ardiente, abierta al público, en el Capitolio de Roma. Amén del protocolo, debido al estatus rango y rol de una gran parte de los asistentes al funeral, también es común el despliegue de un importante de seguridad, tanto activa como pasiva.