La propia naturaleza del cliente GITT se extiende también al uso del transporte en el viaje del mismo. Esto justifica que, a la hora de transportar al cliente, la organización y las características de los vehículos difieran de forma extraordinaria al respecto de otro tipo de viajes.
En consecuencia, la contratación de automóviles con conductor, vuelos u otro tipo de transporte ha de adecuarse a las necesidades protocolarias y de seguridad que implica un viaje gubernamental e institucional.
Resulta imprescindible que, tanto Unidad de Viaje como proveedor, tengan en cuenta estos preceptos, que resultan esenciales en lo relativo a organizar correctamente, y con garantías suficientes, el transporte por vía terrestre, aérea o marítima.